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  • Foto del escritorBettina Russian

Estambul, un viaje entre dos mundos

Actualizado: 10 nov 2019

Una ciudad situada entre dos mares, entre dos continentes, y entre dos mundos: el tradicional y el moderno


La Santa Sofía es un museo único en la mundo

Una ciudad demasiado oriental para ser europea y excesivamente occidental para ser asiática. Caótica y serena, así es Estambul, la ciudad más grande de Turquía. Visitarla es una obligación para el viajero amante de la historia, pues fue la capital de tres imperios: Romano, Bizantino y Otomano.

Comienza la aventura reservando un hotel en la zona más turística de Estambul, en el lado europeo de la ciudad. Cualquier hotel cerca de la plaza de Sultanahmet, en el centro histórico, estará muy bien, ya que podrás caminar a las principales atracciones.

Al llegar a esta plaza quedarás maravillado con el contraste: de un lado verás la famosa Santa Sofía, una obra maestra del arte bizantino que ha vivido por más de mil 500 años; y del otro lado tendrás la Mezquita Azul, la más famosa de Estambul, construida por el Sultán Ahmed I entre 1609 y 1616.

Tómate tu tiempo para visitar la Santa Sofía y, si puedes, compra los tickets vía internet, ya que se hacen largas filas en la entrada. También te recomiendo que optes por un tour guiado dentro de la edificación, para que de esta forma puedas entender su significado y apreciar cada rincón.

La Santa Sofía fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537. Entre 1204 y 1261 fue la iglesia del Papa y en 1453 fue tomada por el Imperio Otomano y convertida en mezquita. En 1935, se transformó de templo a museo.

Justo al frente queda la Mezquita Azul, con una cúpula central de 23 metros de diámetro y 43 metros de altura. En su interior hay más de 20 mil mosaicos de color azul que adornan la cúpula, es una edificación bellísima y única. Visitar su interior es gratis, sólo tendrás que quitarte los zapatos, taparte el cabello y hombros.

Otra visita obligada en Estambul es el Palacio Topkapi, el mejor reflejo de la grandeza que alcanzó Constantinopla ya que desde este palacio los sultanes gobernaron su imperio hasta mediados del siglo XIX. Desde este lugar las vistas al mar son espectaculares, así como al lado asiático de la ciudad y al Parque Gülhane, un buen lugar para pasear.

Cuando estés dentro del palacio, ve primero al Tesoro, que cuenta con algunos objetos muy valiosos como el diamante del cucharero (un diamante de 88 quilates) o el puñal topkapi (de oro con esmeraldas). Luego visita el Harén, lugar donde residía el Sultán, su familia y unas 500 u 800 mujeres.

En Estambul, también es importante ir a la Cisterna Basílica, un depósito de agua construido entre el 527-565 para que la ciudad tuviera reservas de agua en caso de ser atacada. Entre las 336 columnas de la basílica, dos tienen como base cabezas de Medusa y detrás de éstas hay algunas mitologías que te contarán en el lugar.


Del otro lado de la ciudad

En el casco antiguo de la ciudad no necesitarás tomar ningún transporte. Sin embargo, ten en cuenta que la línea T1 del tranvía te podrá llevar a la mayoría de los sitios turísticos. Por ejemplo, te llevará fácilmente al puente Gálata, un puente basculante ubicado en la desembocadura conocida como el Cuerno de Oro, que une el viejo Estambul con la zona más moderna.

Desde las inmediaciones de este puente podrás tomar un paseo en ferry por el Bósforo, un estrecho que conecta el Mar Negro con el Mar de Mármara, y que separa la ciudad en dos partes: la europea y la asiática. Siéntate cómodo y relájate viendo el paisaje. Las embarcaciones salen con mucha frecuencia, así que no tienes que reservar o pagar por adelantado. Desde allí podrás ver el Palacio Dolmabahçe, la residencia oficial de los sultanes que sustituyó al Palacio Topkapi.

En la que ahora es considerada la zona moderna de la ciudad, se encuentra la Torre Gálata, una de las torres más antiguas del mundo que en sus inicios hizo la función de faro. Definitivamente esta torre cuenta con las mejores vistas de Estambul y tiene un restaurante ideal para cenar en una noche especial.

Desde la zona de la torre, podrá subir caminando o en tranvía a la Plaza Taksim, el corazón moderno de Estambul, con muchos restaurantes, tiendas y hoteles de cadenas grandes. Desde hace algunos años, esta plaza se ha convertido en el epicentro de manifestaciones políticas en el país.




En Estambul, no dejes de…

  • Ir al Gran Bazar, uno de los mercados más grandes y antiguos del mundo. Cuenta con más de tres mil 600 tiendas en 64 calles. Es el lugar perfecto para “regatear” y comprar los regalos para llevar a casa.

  • Visitar el Bazar de las Especias, con infinidad de puestos con especias, comidas y dulces típicos de miel y nueces, pistacho y chocolate. ¡Son una delicia!

  • ¡Comer! En los puestos de comida rápida podrá comprar kebabs, la pizza turca y en la calle encontrará cientos de puestos que venden mazorcas y helados.

  • Visitar un baño turco tradicional, una experiencia única. Este baño consiste, en primer lugar, en aplicar calor y vapor al cuerpo con agua caliente. Luego, se realiza una exfoliación profunda y después un masaje completo.

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