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  • Foto del escritorBettina Russian

Hoi An, la ciudad más bella de Vietnam

Si tendríamos que visitar sólo una ciudad en Vietnam, definitivamente Hoi An sería la elección. Sus famosos faroles chinos, su centro antiguo y su gastronomía la convierten en un destino predilecto con un encanto muy especial

Hoi An es definitivamente la ciudad más bonita que visitamos en Vietnam. Por ende, es un destino imprescindible para conocer este país asiático que desborda una cultura muy interesante y una gastronomía en pleno apogeo. La visitamos por dos días, ya que debíamos continuar nuestra ruta, pero creo que fue suficiente para apreciar su esencia.

Parte de la belleza de esta ciudad -declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco- proviene de las linternas o faroles chinos que la han hecho famosa. Llegamos al atardecer, así que fue perfecto para caminar por el centro antiguo iluminado con miles de linternas de colores. ¡Una experiencia inolvidable!

Las linternas, que están decoradas con flores, tienen como objetivo honrar los valores espirituales y culturales de Vietnam. En la celebración del año nuevo, éstas ruegan por sabiduría, un país próspero, una actitud positiva y preludian valores espirituales de un buen año nuevo.

Si tienes la oportunidad de visitar Hoi An durante una luna llena, podrás disfrutar del Festival de las Linternas, organizado en la zona antigua de la ciudad. Sin luz, solo la que proviene de las linternas o faroles de colores, la gente se concentra en la ribera del río para disfrutar de actuaciones callejeras y comer en puestos ambulantes, que solo sirven comidas vegetarianas esa noche.

Localizada en la zona centro de Vietnam, Hoi An es una ciudad muy turística, lo que también ayuda a que sus calles, negocios (muchas sastrerías) y hoteles cuenten con una decoración muy llamativa y bonita. La mayoría de los hoteles son pequeños, tipo boutique, y cuenta con muchísimos restaurantes de comida vietnamita e internacional para todos los gustos.

Hoi An es famosa por tener las propuestas culinarias más sabrosas del país. Imprescindible probar el Cao Lao, un plato regional (provincia de Quang Nam) hecho con fideos, cerdo y verduras. ¡Me encantó! También probamos el café con coco, preparado a base de café fuerte, leche condensada y leche de coco. ¡Exquisito! En esta ciudad hay cafeterías en cada esquina, así que no hay excusa para no probar el famoso café vietnamita. Y si está endulzado con leche condensada, mejor.

Hoi An fue históricamente un puerto comercial importante en Asia siglos atrás, por ello muchos comerciantes chinos y japoneses participaron en el estilo de su construcción y desarrollo. Actualmente, además de vivir del turismo, es un pueblo pesquero. Verás muchísimos botes pequeños de pesca tradicional en las aguas del río Thu Bon.

Visitamos el centro histórico de esta ciudad un sábado por la noche, así que había mucho ambiente, música, gente caminando y gran cantidad de puestos de comida callejera en su mercado nocturno. También se puede tomar una embarcación tradicional para navegar el río Thu Bon -que atraviesa la ciudad- y dejar tu propia linterna de papel en el agua, junto a las muchas otras que alumbran el rio.

Los principales monumentos en el casco antiguo de Hoi An son el famoso Puente Cubierto Japonés, Las Casas- Museos Phung Hung, Tan Ky, Quan Thang, el Museo de la Cerámica, y la Sala de Asambleas Cantonesa o Templo Quan Dong.


Da Nang y sus montañas de mármol


El día siguiente, en la mañana, fuimos a las Montañas de Mármol (conocidas en inglés como Marble Montains), ubicadas cerca de la carretera principal que une a Hoi An con Da Nang.

Este grupo de cinco colinas de mármol y piedra caliza llevan el nombre de los cinco elementos: Kim (metal), Thuy (agua), Moc (madera), Hoa (fuego) y Tho (tierra). Se han convertido en un destino turístico porque dentro de sus cuevas y túneles construyeron santuarios budistas. Cuenta con los templos Tam Thai, Tu Tam y Linh Ung, y la pagoda de Pho Dong.

Mi primera recomendación es usar zapatos muy cómodos y anti resbalantes, porque hay que subir y bajar muchísimas escaleras. Y llevar agua, pues con tanto ejercicio acabarás agotado. Nuestros niños se portaron muy bien: caminaron, subieron, bajaron; y obviamente se cansaron así que, si viajan con niños pequeños, prepárenlos un poco para la experiencia.

A la salida, si estas interesado en el mármol, hay muchísimos puestos donde venden esculturas de todos los tamaños y estilos, a un precio relativamente económico (como suele suceder en Vietnam). La extracción directa de rocas de las montañas fue prohibida recientemente (por razones obvias), pero los comerciantes aun transportan el mármol desde las canteras en la provincia de Quang Nam.



Ese mismo día, en la tarde, fuimos a la playa My Khe en Da Nang. Se trata de una playa muy popular en la ciudad, amplia, de arena blanca y oleaje fuerte. Los niños disfrutaron jugando con la arena y bañándose en la zona supervisada por salvavidas. Disfrutamos de una tarde soleada, no muy común en Diciembre. ¡Asi que tuvimos suerte!

En Hoi An también hay una costa de playa, con algunos hoteles y restaurantes a la orilla del mar. De hecho, la mañana antes de salir a Hué (próximo artículo) desayunamos en un café bellísimo frente al mar.

Sin embargo, la visita a Da Nang nos sirvió también para caminar un rato por el bulevar que bordea la playa y para conocer un poco más esa ciudad portuaria, la tercera con el puerto más grande de Vietnam después de Ho Chi Minh y Hai Phong (cerca de la capital, Hanói). Es muy popular entre turistas chinos y coreanos que, buscando unos grados más de temperatura, la atiborran en invierno. Cuenta con muchos hoteles y resorts grandes a la orilla de la playa, casinos y un aeropuerto internacional de considerable tráfico.

Lamentablemente, durante nuestra visita por la zona central de Vietnam, no tuvimos tiempo de visitar el famoso Golden Bridge, un puente peatonal de 150 metros de largo ubicado en el complejo Bà Nà Hills, cerca de Da Nang. El puente, abierto en junio de 2018, fue diseñado para conectar dos áreas del lugar y gracias a la vista panorámica que proporciona, se ha convertido en una atracción turística por sí solo. Si volvemos a Vietnam, su recorrido estará seguro entre nuestras prioridades.

Nuestra experiencia en Hoi An fue muy grata y es que, definitivamente, se trata de un destino muy especial gracias a sus coloridas linternas que iluminan el centro y su deliciosa gastronomía que nos llena de felicidad. Su peculiar ambiente y belleza nos cautivaron así que, si tienes que visitar sólo una ciudad en Vietnam, definitivamente Hoi An es la elección.


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